El miedo – la libertad – la ley IVE – el futuro.
La mayoría de la clase media fue educada para: casarse con el que no quiere, tener hijos cuando se supone, estudiar lo que no le interesa, trabajar de lo que no le gusta y vivir a cara de culo como si eso fuera lo normal .
Nada que te conecte con el placer es bien visto porque cuestiona todos los mandatos .
Entonces el reclamo del otro ( u otra , voy a usar el masculino eterno para simplificar porque no estoy canchera en genérico, disculpen) nos enoja pero porque nos evidencia todo lo que nunca nos animamos a reclamar.
Cuando vemos alguien que se sale de la norma lo primero que nos pasa ( aunque no lo registremos al toque) es un “Y este ( o esta) quién se cree que es?”
Un peinado, una ropa, una actitud que demuestre autonomía ante lo impuesto nos pellizca nuestras elecciones realizadas en piloto automático.
Me incluyo en el «todos» pero porque si bien me dediqué a patalear toda mi vida ante «lo que supuestamente hay que hacer» también me ha pasado: me enojé con el que reclamaba aumentos cuando yo no me animé, con el que pedía mejoras ante algo que yo toleraba incómoda y así en boludeces naturalizadas que cuando internamente me preguntaba “qué me enoja?” en realidad era : Yo me enojo de mi.
En estos días la ciudad se llenó de pañuelos verdes.
Las escuelas y el transporte público están abarrotados de cómplices verdes .
Yo al menos me siento como cuando era chica y veía a alguien con un vinilo de rock debajo del brazo que era la identificación que usábamos cuando necesitábamos descubrirnos entre toda una gente gris que no gustaba de lo que para nosotros era la verdad verdadera.
La diferencia es que hoy veo a muchas/ muchos en la misma.
Qué es entonces lo que da bronca?
Los que crecimos en la dictadura militar sabemos lo que es vivir sin poder mostrar que la estas pasando bien .
Los que crecieron en el menemato también , aunque en otro estilo .
Después vinieron nuestros hijos.
Hoy escucho a muchos hablar enojados del feminismo como moda, del pañuelo verde como moda, de que las pibas ni entienden de que se trata y de muchos blah blah de viejos chotos.
Nos convertimos en esos viejos chotos que odiábamos.
Nos volvimos los que nunca llevaron el vinilo debajo del brazo.
Perdonen pero yo ni muerta me vuelvo eso.
Yo, no se si gracias a la música, al rock, a que pataleando y como pude prácticamente no cumplí mandatos ( algunos si, no soy de fierro jaja) cada vez que veo una piba reclamando me pongo feliz.
Me acuerdo de mi.
Me acuerdo de lo que fui cuando me subía al 79 en Burzaco con estrellitas brillantes pegadas debajo de los ojos y vestido largo indú.
Me acuerdo de cuando me escapaba para mirar a los chicos de turno tarde.
Cuando me rateaba del cole para ver las vidrieras de Galería del Este.
Cuando por días y días reclamé estudiar batería.
Cuando me planté y les dije q mis viejos que dejaba la facu “porque no quiero ser eso”.
Cuando pensaba que el rock salvaría al mundo y que moría de amor cuando Spinetta dedicaba su show a ‘los marginados y alienados del mundo” mientras mi viejo decía” qué dice este pelotudo”.
Si las pibas entienden o no, qué importa?
Esta puerta que se abre, estos mantras que se repiten “aborto legal en el hospital” “la maternidad será deseada o no será” “ mi cuerpo mi decisión” entre otras frases significan mucho.
Es un viaje de ida.
Es el cambio que se viene
Es un futuro mejor que este que fue guiado por infelices con plata y poder.
Gente que no la pasa bien aunque se compre todo el mundo entonces disfruta oprimiendo a los demás.
Esta ley que ojalá salga (si la Iglesia deja de joder y si los senadores la piensan dos segundos antes de aceptar coimas y presiones) es mas que terminar con una historia de clandestinidad que lleva consigo todo tipo de barbaridades, es una puerta que se abre inmensa y que nos conecta con la libertad.
Qué nos molesta? a qué le tenemos miedo?
Otra es que «estoy de acuerdo con la ley pero me molesta cuando se expresan tanto» el cuerpo en movimiento, el cuerpo vivo , el que me obliga a moverme a mi también , qué genial que exista!
Yo elijo, nosotras elegimos.
Mi cuerpo, mi decisión.
Esto no se paga con nada y ahí está el peligro. No se compra porque no tienen precio.
Se gana reclamando y poniendo el cuerpo.
Vamos por la ley, seamos mil millones y mantengamos la puerta abierta de acá en más.
#AbortoLegalParaNoMorir.